Algunos puntos importantes sobre lo que la Biblia
enseña acerca del dinero, nuestros
bienes materiales y el buen hábito de ofrendar
Un dato muy interesante: Dieciséis (16) de las treintiocho (38) parábolas de Jesús, enseñan a Sus discípulos sobre algún aspecto de las posesiones que tenemos y del dinero.
Además, un versículo de cada diez (para un total de 288 versículos) en los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan hablan de algo relacionado con el dinero, su uso y los bienes materiales. La Biblia contiene 500 versículos sobre la oración, 500 versículos sobre la fe y casi 2.000 sobre el dinero y las posesiones. Parece obvio que el Señor quiere enseñarnos algo importante sobre el tema del dinero y nuestras posesiones.
1. Hay que aclarar el tema de pertenencia: Todo lo que poseemos realmente es de Dios y El nos lo ha prestado para usarlo según Su voluntad, la cual incluye nuestro bienestar físico, mental, social, emocional y espiritual. Nada es nuestro o “mío”; todo es del Señor. Deuteronomio 8:17-18 y 10:14; Salmo 24:1, 50:10-12; Hageo 2:8; Mateo 25:14-30; I Timoteo 6:17-19.
2. Confíe en Dios para lo que necesitas y sé contento. La buena administración de nuestros bienes no los multiplica sino que nos permite “estirar” lo que tenemos. Proverbios 3:5-6; Eclesiastés 15:10; Mateo 6:25-34 y 11:28-30; Filipenses 4:6, 7, 11 y 19; Colosenses 3:1-5.
3. Nuestra ofrenda es un agradecimiento a Dios, un “devolverle lo que El nos ha dado primero”, ofrendar es un acto de adoración. Nuestra ofrenda es decirle a Cristo: “Gracias, Señor, quiero que sepas que te amo.” Este dar incluye nuestros bienes, pero especialmente nuestro ser, toda nuestra persona. Es muy importante que nuestra ofrenda sea prioritaria, y por supuesto dar 10% de lo que ganamos. Cada domingo, motivados por agradecimiento, debemos preparar nuestra ofrenda de antemano y llevarla lista para entregar en el momento apropiado en la adoración. Éxodo 36:5-7; I Crónicas 16:29; Malaquías 3:8; II Corintios 8:1-15 y 9:6-8.
4. En agradecimiento, es bueno dar a Dios primero, de manera frecuente y sistemática. Ofrendar es un excelente hábito, un hábito que cultivado bien, dura toda la vida. Además, la Biblia nos enseña acerca de “los primeros frutos” y el “diezmo” y del “dador alegre”. Génesis 28:22; Éxodo 22:29; Deuteronomio 26:1-3; Proverbios 3:9; I Corintios 16:2; Filipenses 4:4-9.
5. Es bueno dar con agradecimiento, con gozo y según la proporción que Dios nos ha bendecido. Ofrendar es dar las primicias de lo que hemos recibido y dar con generosidad porque nace del agradecimiento y el deseo de servir a Dios con lo que hemos recibido. Sin embargo, ofrendar no debería ser un negocio con Dios: “Yo de doy si Tu me das más de los que tengo.” Levítico 27:30-33, Deuteronomio 12 y 16:17; I Crónicas 29:9; I Corintios 16:2; II Corintios 8 y 9.
6. Amar y dar con amor es un reflejo espontáneo y agradecido por haber sido creados por Dios y redimidos por Jesucristo. Génesis 1:26-27 y 14:20; Juan 3:16; Romanos 5:8; I Juan 3:16-18 y 4:10.
7. Sé absolutamente sincero, honrado y honesto en todos tus asuntos financieros. Éxodo 20:15-16; Hechos 6:3; Romanos 12:17 y 13:13; Colosenses 3:1-5; I Timoteo 3:7; I Pedro 2:12.
8. Administre y gerencia bien tu propio hogar (esto incluye el tiempo, los “tesoros”, los talentos, el temperamento - ¡todo!). Es bueno ser un ejemplo para quienes dependan de nosotros y nos observan. I Timoteo 3:4-5 y 7; I Pedro 4:10.
9. Recuerde que servimos y trabajamos para el Señor. Mantén en alta estima tu trabajo y hazlo con dedicación, agradeciendo siempre al Señor. Éxodo 20:9; Proverbios 13:11, 14:23, 18:9; 19:15, 20:13 y 21:25; Efesios 4:28; I Tesalonicenses 4:11.
10. Toma la precaución de guardar para el futuro; el ahorro es un acto de prudencia. Deuteronomio 28:1-8; Proverbios 6:6-11 y 30:25.
11. Sé gozoso y contento, siempre agradecido por todo lo que Dios nos ha dado. Recuerda que a fin y al cabo, vamos a tener que rendirle cuentas de lo que hemos recibido, utilizado y malgastado. Deuteronomio 16:15; Eclesiastés 5:18-19; Mateo 10:10; Lucas 10:7; Filipenses 4:4-9; II Tesalonicenses 3:10; I Timoteo 5:18; I Juan 2:15-17.
12. Enseña la buena lección del dinero y las posesiones a tus hijos. Lo que aprenden de pequeños quedará con ellos toda la vida. Deuteronomio 6:6-7; Proverbios 22:6; Efesios 6:4.
M. Kempff, Caracas, enero del 2001
Revisado y actualizado, octubre del 2002
Revisado y actualizado, julio del 2003
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